Descripción
Inaugurada en pleno invierno de 1913, la Grand Central se ha convertido en mucho más que una estación: es el corazón palpitante de Manhattan donde convergen historia y modernidad. Su espectacular vestíbulo principal alberga un tesoro arquitectónico único - el famoso reloj de cuatro esferas tallado en ópalo translúcido, que durante más de un siglo ha sido testigo de millones de encuentros espontáneos entre viajeros apresurados y curiosos admirando su brillo celestial.